Su nombre: Fernando Ortiz Monasterio, lo dice todo en la Cirugía Plástica Mexicana
* "No existe una división entre la cirugía plástica y la reconstructiva".
* Médico que ha operado con su técnica a más de 24 mil infantes.
* "La Medicina me ha dado la oportunidad de tratar pacientes, y hacer investigación y enseñanza".
* Admiró a mujeres guapas como Angelina Jolie, Penélope Cruz y Shakira.
En la ciencia se deben cuestionar todos los paradigmas, no creer en nada, escuchar las nuevas ideas, mantener la creatividad, el rigor, la pasión y buscar el sueño imposible de la excelencia: Fernando Ortiz Monasterio y Gray ( Nacido en la Ciudad de México, 23 de julio 1923). Recién festejó 89 años, el pasado julio
En la Facultad de Medicina de la UNAM, donde estudió, ha sido docente desde 1957 y profesor emérito a partir de 1994, el llamado “padre de la cirugía plástica mexicana”, Ortiz Monasterio considera inaceptable que los médicos no piensen como científicos y dejen de cuestionar, investigar y generar conclusiones en su trabajo clínico, porque esa es la única ruta para generar nuevo conocimiento y ofrecer alternativas a los pacientes, especialmente a quienes viven con daños congénitos.
Creador de un método original aplicado en muchos países para corregir el labio leporino y el paladar hendido mediante una cirugía cráneo-facial, el médico ha operado con su técnica a más de 24 mil infantes, en quienes ha corregido una malformación que afecta el lenguaje, la estructura del rostro y la autoestima. Niños con un hueco en el sitio del labio posterior de la boca, con una nariz deformada o dividida en dos partes; adultos con ojos que se agigantan al salirse del rostro porque sus cuencas craneales son insuficientes para alojarlos; personas sin barbilla o con una notable asimetría de ojos, nariz y boca, son casos que, desde hace más de 50 años, Ortiz Monasterio atiende para ofrecerles una alternativa de simetría y funcionalidad.
En su larga y vasta carrera académica, también se ha dedicado a atender a personas quemadas -para quienes innovó con un tratamiento de antibióticos preventivos- y a reconstruir dedos pulgares
¿Quién es Fernando Ortiz Monasterio?
Fernando Ortiz Monasterio es un cirujano viejo que ha trabajado toda su vida en los hospitales de la Secretaría de Salud en el área de Cirugía Plástica y Reconstructiva, y como Profesor de postgrado de esta especialidad. Vale la pena hacer notar que la primera Residencia de tiempo completo de una especialidad afiliada a la División de Postgrado de la UNAM fue la de Cirugía Plástica, que se inició en el Hospital General de México en 1960. Se interesa en el arte, la literatura, la antropología y otras manifestaciones culturales. En el año 2010, nuestra máxima casa de estudios (UNAM), le otorgó el Doctorado Honoris Causa.
¿Cuál es el mejor regalo que le ha dado la medicina?
La oportunidad de tratar pacientes, y hacer investigación y enseñanza, lo que aunado a mi longevidad me ha dado el gran privilegio de seguir a largo plazo los resultados del trabajo clínico y, por lo tanto, aprender permanentemente.
¿Si no hubiese sido médico, que le hubiera gustado ser?
Si no hubiera sido médico, me hubiera gustado ser ingeniero, historiador o arqueólogo.
¿Cuál es su opinión del estudiante de medicina en México?
Al opinar sobre los estudiantes de medicina debo decir que mi contacto es con los de nivel de postgrado, que forman parte de un grupo seleccionado.
Aunque su nivel en general es bueno, me parece que falta la costumbre rutinaria de leer todos los días para ampliar el conocimiento sobre los problemas clínicos en los que están involucrados, independientemente de que deban presentar o discutir sus casos con los profesores. Me parece también que muchos de ellos carecen de conocimientos de cultural general, de manera que se añade a mis labores de profesor el educarlos en este sentido; por eso a mis estudiantes los invito a que vayan conmigo a ver los murales médicos, como los de Diego Rivera, los de La Raza, los espléndidos del Instituto de Cardiología, que vean algo que no sea medicina.
Semblanza
Hablar de Fernando Ortiz Monasterio y Garay es hacerlo del icono de la cirugía plástica y reconstructiva en México.
Él fue quien, a su regreso del extranjero, inició en el Hospital General de México un servicio de cirugía reconstructiva y plástica que ha trascendido fronteras, al que llegan médicos de todo el mundo para adiestrarse en las osadas técnicas quirúrgicas que don Fernando diseña y comparte con sus colegas.
Como culmen de los numerosos honores y reconocimientos que ha recibido, ha sido acreedor al Doctorado Honoris Causa de la UNAM, que le será entregado en septiembre de este año.
Hombre universal, se interesa lo mismo por la cirugía que por la literatura, la pintura, la música y el deporte, ya que es un esquiador consumado.
En esta entrevista nos deja ver algo de lo mucho que, a sus 88 años, disfruta y ha disfrutado de la vida.
¿Qué médico mexicano, en su opinión, ha contribuido en mayor medida al progreso de la medicina?
En mi opinión el médico que más influyó en el desarrollo de la medicina mexicana fue don Gustavo Baz.
¿Por qué?
En la época de la transición de la medicina europea y los conceptos modernos de la medicina anglosajona, Gustavo Baz tuvo la visión de mandar a médicos jóvenes al extranjero para completar su formación y éstos, a su vez, fueron el pilar del desarrollo de los hospitales e institutos de México.
Conviene añadir que la creación de estas instituciones fue propiciada en gran medida por el Dr. Baz durante su gestión como Secretario de Salubridad y Asistencia.
¿A quién admira Fernando Ortiz Monasterio?
A las mujeres guapas como Angelina Jolie, Penélope Cruz, Shakira y muchas otras. En lo profesional he sido admirador de Paul Tessier, el cirujano francés que inició la cirugía craneofacial en 1968 al abrir un territorio nuevo para resolver malformaciones graves que parecían inoperables; Paul Tessier dio lugar a la formación de una nueva subespecialidad, la cirugía craneofacial, que contiene los territorios de la cirugía maxilofacial y la neurocirugía incluyendo la órbita que era, en ese momento, la tierra de nadie. Desde las contribuciones de Olivecrona no se había hecho un avance de técnica de tal magnitud. Admiro también a los que impulsaron la modernización de la medicina mexicana a mitad del siglo pasado y construyeron hospitales e instituciones.
¿Quién es su escritor favorito?
Mi escritor favorito varía todo el tiempo y es probablemente el que estoy leyendo en este momento. Me interesan los escritores contemporáneos mexicanos y latinoamericanos; me gusta muchísimo Umberto Eco y leo con deleite los libros de historia de Arnold Toynbee, de William Gibson, de Cosío Villegas, de Edmundo Gorman, de Lefevre, de Arnoldo Krause y muchos otros historiadores.
¿Si salvara uno de sus libros del fuego, cuál sería?
Si tuviera que salvar de un incendio uno solo de mis libros probablemente me llevaría el De Humani Corpora Fabrica de Vesalio de 1543. Como ese libro vale mucho, lo vendería el día siguiente y empezaría de inmediato a comprar otros libros.
Usted ha sabido integrar su actividad profesional con otras, como un grupo que se reúne en lo alto de las montañas, ¿puede hablar de eso?
Fotografía tomada por la Revista Cirujanos Plásticos en diciembre de 2010. |
-¿Te refieres a las actividades deportivas?- Tengo tres grupos, uno se formó en Europa hace unos 35 años, se denomina Alpine Workshop, esquiamos un año en Francia, otro en Italia, en Suiza y en Austria, siempre buenos lugares; esquiamos toda la mañana hasta el principio de la tarde, y tenemos una sesión de trabajo de 4:00 a 7:00, en donde las presentaciones se hacen en tres minutos, partiendo del principio de que la inteligencia es un asunto de análisis y síntesis; presentamos casos, casos problema, complicaciones, ideas nuevas; la presentación es breve, pero la discusión puede ser mucho más larga; es la reunión en la que más aprendo cada año. Estas secciones son muy atractivas, tanto que le llamaron European, porque temíamos que se llenara de extranjeros –yo me ubicaba como español, ya que me invitaron varias
veces y me ubicaron como tal.
Copiamos eso en los Estados Unidos y cambiamos de lugar de ski cada año, buena discusión, buen ambiente, y luego yo empecé el South American Workshop, entonces una semana en febrero en Estados Unidos, una semana en marzo en Europa y una semana en agosto en Argentina o Chile, en donde además tuvimos clases de tango de 7:00 a 8:30 en un lugar que se llama Las Leñas.
Además de la cirugía reconstructiva, ha sido un pionero en cirugía estética, ¿cuáles son los parámetros o puntos de comparación para crear esa belleza?
Ahora lo tengo muy claro, eso empezó por Arquímedes y Pitágoras, los primeros que hablaron de la Regla de Oro, y después quedó como la regla de oro griega, las proporciones ideales de las cosas de la naturaleza, de la arquitectura, de las facciones.
Le Corbuisier usaba eso, todo el mundo lo hace, y como parámetro para esa cirugía estética buscamos de una manera muy gruesa –a veces hay que hacer concesiones–, la armonía y la simetría.
Y la otra cosa interesante que ha pasado en mi vida es que cuando yo regresé a México de estudiar en el extranjero, estaba muy bien diferenciado lo que era cirugía reconstructiva y lo que era cirugía estética; ahora nos damos cuenta que toda es estética, así, al poner un injerto con cirugía microvascular a una fractura de una pierna, no queremos que quede un “bodoque”, sino que quede lo más parecido a lo normal, toda la cirugía es estética.
Usted ha realizado muchas proezas pioneras en su campo, una de las cuales es la cirugía craneofacial, háblenos al respecto.
Tres cosas han sucedido en esa área craneofacial; cuando operamos a una paciente allá por los años
setenta, siguiendo las líneas de una fractura de Lefort 3; me tardé como diez horas en esa operación que ahora hacemos en tres –ya aprendimos el oficio–, eso ha seguido adelante desde entonces y actualmente con el doctor Fernando Molina Montalva y el grupo del Hospital General Manuel Gea González se realizan una o dos intracraneanas por semana, tenemos la experiencia más grande del país en esto.
La segunda surgió de casos por demás complicados de graves deformaciones, surcos y pliegues de la cara, y de ahí aprendimos el concepto de unidades y subunidades, que si se tiene que reconstruir una boca, tiene que ser total, no una parte, igual sería la nariz, toda completa; eso nos permitió avanzar muchísimo, porque no podemos tener una cicatriz que vaya más allá de las frontera estética de las unidades y subunidades.
Y la otra es la utilización de las ideas de Ilizarov para alargar el hueso un milímetro por día, que va formando nuevo hueso; nosotros lo usamos en mandíbula y es una maravilla, porque prácticamente no tenemos complicaciones.
Usted tiene una familia exitosa, ¿quiere hablar de eso?
Sí, tengo ocho hijos: dos mujeres y seis varones; cuando murió mi mujer, ellas tomaron medidas, le metieron mano a esta casa, la renovaron como cuando la habitamos hace 50 años, el jardín, la alfombra, todo; ellas son exitosas, son profesionales, y los varones también; predominan en la familia los dedicados a las humanidades; bueno, hay un ingeniero. Leonor es historiadora, Patricia es historiadora del arte, Santiago es economista, Pablo es fotógrafo. Sí, esa es una parte de mi vida de la que me siento
orgulloso.
Algún día comentó que no quiere morir en su cama…
Morir en la cama significa estar enfermo, tener venoclisis y tubitos y esas cosas, entonces a mí me gustaría morir en otra forma, haciendo deporte, esquiando en la montaña, haciendo algo activo.
¿Le preocupa la muerte?
Me preocupa la muerte ya que pertenezco al reducidísimo grupo de dinosaurios en peligro inminente de extinción y eso, seguramente, me impedirá completar muchos de los numerosos proyectos y protocolos de investigación que tengo en marcha.
(El Journal. Unam)
En su casa, en el festejo de sus 89 años, acompañado de alumnos y ex alumnos. (Julio 23 de 2012)
Don Fernando Ortiz Monasterio y Raúl López- Infante |
Don Fernando con dos de sus Ex-Alumnos más conocidos y reconocidos:
Raúl López-Infante y Luis Alfonso Ortiz Oscoy
Don Fernando con Luis Ortiz Oscoy |
Don Fernando Ortiz Monasterio y Garay, en Familia..Hijos, Nietos y Bisnietos
Don Fernando Ortiz Monasterio, rodeado de algunos de sus hijos, nietos y bisnietos. (Diciembre 2010) Videos en YouTube de Don Fernando Ortiz Monasterio. |
2.- Beautiful Face : Trailer Oficial de la película-documental
3.- Entrevista al Dr. Fernando Ortiz Monasterio, por la periodista Marta de la Lama : ENTREVISTA
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